
Las graves y recientes declaraciones de Francisco Barbosa, fiscal general de la Nación de Colombia, marcan un antes y un después en la Presidencia de Petro que tantas esperanzas había despertado en el país. El atropello del principio democrático de la división de poderes no presagia precisamente una bonanza política en Colombia.
Ante los comentarios de Petro, la Corte Suprema de Justicia ha expresado «gran inquietud por la errada interpretación del artículo 115 de la Constitución» por parte del presidente (“El Presidente de la República es Jefe del Estado, Jefe del Gobierno y suprema autoridad administrativa…”).
Los comentarios de Petro han causado revuelo en el país, con críticas por parte de expresidentes como Andrés Pastrana e Iván Duque, de juristas y del propio Barbosa, así como de Human Rights Watch (HRW).
La posterior parcial rectificación de Petro no disipa, en absoluto, la desconfianza hacia quien ha empezado a defraudar las expectativas que millones de colombianos habían albergado en su llegada a la Casa de Nariño.