
Decenas de miles de nicaragüenses participaron este Viernes Santo congregados en los templos y atrios, pese a que las autoridades de Nicaragua prohibieran a la Iglesia católica celebrar las procesiones del viacrucis penitencial en las calles durante la Semana Santa.
La Catedral Metropolitana de Managua acogió a miles de católicos que se congregaron en sus afueras para participar en el tradicional viacrucis penitencial. Los católicos nicaragüenses revivieron las últimas horas del Nazareno en una masiva procesión que está vez salió de un costado de la Catedral de Managua, y concluyó con una eucaristía, presidida por el cardenal Leopoldo Brenes, frente a la puerta principal de la basílica.
El Gobierno de Nicaragua, a través de la Policía Nacional, prohibió a la Iglesia sacar a los santos a las calles desde febrero pasado, cuando no les autorizó a celebrar las procesiones de viacrucis durante la Cuaresma y la Semana Santa. La orden policial fue adoptada después de que el presidente de Nicaragua y jefe supremo de la Policía Nacional, Daniel Ortega, tildara de «mafia» a sacerdotes, obispos, cardenales y al Papa Francisco.
El cardenal Brenes compartió el programa de actividades de la Semana Santa de la Catedral de Managua en la que confirma que las procesiones, incluido el Viacrucis Penitencial, se realizarán en los predios del templo y no en las calles de la capital donde tradicionalmente miles de personas acuden. Así, los nicaragüenses acudieron al atrio de la Catedral de Managua, muchos de ellos vestidos con ropas de color blanco, donde rememoraron con dramatizaciones la «pasión de Cristo», incluyendo las catorce estaciones que hizo Jesús cuando halló su muerte en la cruz.
A mediados de marzo pasado, el Vaticano cerró su sede diplomática en Nicaragua y su encargado de negocios en Managua, Marcel Diouf, abandonó el país centroamericano. Nicaragua no tiene un embajador ante la Santa Sede desde el 21 de septiembre de 2021, cuando Ortega canceló el nombramiento de Elliette Ortega Sotomayor, y sólo cuenta con una ministra consejera para las gestiones.
Asimismo, en marzo de 2022, el Gobierno de Ortega también expulsó al nuncio apostólico, Waldemar Stanislaw Sommertag.
14 abril, 2023 en 2:13 pm
Hace unas cuantas décadas, tuve la impresión que el tiempo humano era espiral, es decir, los momentos históricos si bien no se repiten de forma idéntica como en un círculo, regresan a compartir un mismo espacio temporal. El concepto del tiempo en espiral me permitió comprender las enseñanzas de la historia, porque las circunstancias se repiten extrañamente en el tiempo. Cuando considero los regímenes de Videla en Argentina, Pinochet en Chile, Franco en España, Hitler en Alemania, Castro en Cuba, Mobutu en Congo, Kim Jong un en Corea del Norte y así sucesivamente, tengo la certidumbre que sin importar los cosméticos ideológicos, la humanidad se repite extrañamente en su historia espiral, permitiendo el nacimiento y sostenibilidad de regímenes que nos recuerdan, que muy dentro de nosotros seguimos guardando celosamente el espíritu de la tribu, parafraseando a Vargas Llosa.