
Koldo Ansa tuvo un reconocimiento muy especial en su último día como profesor de filosofía en el instituto donde ha ejercido durante 29 años. El vídeo al que puede accederse por este enlace muestra a decenas de alumnos formando dos hileras en los pasillos del instituto, aplaudiendo a su profesor.
Ejemplos como éste o como el que recogimos en una entrada reciente del blog, abren espacio a la esperanza en un mundo enrarecido donde la educación, torpemente “gobernada” e instrumentalizada por políticos y burócratas, se halla en crisis, por el temor generalizado de que la libertad de pensamiento propio amenace el control de las masas, como se constata en otro texto del blog, correspondiente al pasado 9 de agosto.
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Era el último día de docencia de Koldo Ansa. Y la forma de reconocerle una trayectoria profesional de 33 años –29 de ellos en el instituto Alaitz de Barañáin– fue que atravesara entre aplausos el último recorrido desde las aulas hasta el despacho de los profesores.
Koldo desconocía lo que habían estado preparado hasta que salió de su última clase de filosofía y se encontró con el pasillo repleto de gente para tributarle una despedida reservada para gente muy especial. Él debe serlo a juzgar por el reconocimiento de la comunidad educativa del centro y de las muestras de cariño que recibió tras salir de la clase de segundo de bachillerato.