
Recogemos en esta entrada el prólogo de una obra que, coordinada por Manuel Ferrer Muñoz, se publicó online hace unos meses con el título El coronavirus como pretexto. Dentro de unos días estará disponible una edición impresa de este conjunto de relatos cortos.
_____
Existen muchas mitologías y creencias que predecían el fin del mundo. Desde diferentes ópticas, chamanes y videntes anunciaban cambios profundos en nuestras vidas; pero lo que sí resultaba impensable era que, entrados ya en el siglo XXI, llegaríamos a sufrir una pandemia a nivel mundial: una pandemia que comenzó poco a poco y se propagó como el viento o la luz, y nos cubrió a todos.
Más de cien años después de la llamada gripe española, que azotó al mundo, se ha repetido la historia, ¡pero de qué manera! Con tantos avances industriales, tecnológicos y de comunicaciones, hemos sido incapaces de combatir un simple virus, que ha acabado con la vida de cientos de miles de personas, que ha destrozado a muchas familias, que está provocando una crisis de múltiples aristas.
En el confinamiento que empezó en marzo de 2020, unas cuantas personas audaces se decidieron a poner en marcha su creatividad, a dar forma a sus palabras y a escribir de una manera excepcional, para evadir la situación que vivíamos. No quisieron clavarse en los mensajes obsesivos de los medios de comunicación que diariamente atizaban el miedo. Aprovechando el tiempo en sus casas y, con lápiz y papel como herramientas, idearon unos relatos maravillosos que dan a alas a nuestra creatividad y nos mueven a pensar que cualquiera de nosotros puede crear mundos nuevos con la imaginación, y reflejarlos en papel y tinta para que el mensaje perdure en el tiempo.
No sólo debemos recordar que el covid-19 nos trajo lo peor, sino que nos ayudó a encontrarnos con nosotros mismos. Abrió nuestros ojos para que nos diéramos cuenta cabal de nuestras posibilidades y entendiéramos que no hay límites para el querer: eso que antes, por falta de tiempo, o por no detenernos a pensar, nos parecía irrealizable, ahora lo afrontamos como un reto que podemos alcanzar y dejar atrás.
Dentro de cien años, los que nos sigan se asombrarán ante la pandemia que nos ha tocado vivir. Ojalá que para entonces existan los medios y los avances tecnológicos que eviten la repetición de situaciones como ésta.