
Por más que un equipo de la OMS haya presentado recientemente sus conclusiones sobre el origen del brote, siguen sin despejarse importantes dudas en torno a las causas de la pandemia: más aún cuando el propio equipo reconoce que la conclusión de ese trabajo requerirá aún años de investigación.
Discrepa de ese informe el Dr. Steven Carl Quay, autor de un análisis estadístico en torno al origen de la pandemia, que concluye, “más allá de toda duda razonable” que el SARS-CoV-2 (Covid-19) tiene un 99,8% de probabilidades de ser un virus diseñado en un laboratorio”.
El prestigio académico de Quay y el apoyo que sus tesis han recibido de un grupo de veintiséis científicos relevantes, que públicamente han discrepado del informe de la comisión de la OMS, nos aconseja recoger aquí la entrevista realizada por Jorge Casesmeiro Roger, publicada en El Imparcial el 24 de febrero pasado.
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Desearía estar equivocado y coincidir con la Comisión de la OMS que estuvo destinada en Wuhan para aclarar el origen de la pandemia. Pero son demasiadas, y muy contundentes, las evidencias que se decantan por la teoría del laboratorio. Es miércoles, 16 de febrero de 2021, 17:30 en Taipei, capital de Taiwán, desde donde me concede esta entrevista. Steven Carl Quay es doble doctor MD y PhD por la Universidad de Michigan. Hizo su posdoctorado en el Departamento de Química del MIT con el biólogo molecular y Premio Nobel Gobind Khorana; la residencia, en el Hospital General de Harvard-Massachussets, y luego pasó una década como profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford. Presidente ejecutivo de Atossa Therapeutics, empresa biofarmacéutica de Seattle (Washington), el Dr. Quay tiene registradas 87 patentes y ha desarrollado 7 productos farmacéuticos aprobados por la Food and Drug Administration (FDA). Autor prolífico y muy citado, la prevención y el tratamiento del coronavirus es uno de sus campos de investigación. Y su último libro, el best-seller Stay Safe, es precisamente una suerte de guía sobre cómo mantenerse a salvo del Covid.
Pero nuestra conversación de hoy se centrará en otra derivada de su trabajo: los impactantes resultados de su estudio sobre el origen de la pandemia, donde afirma que el Covid-19 tiene un 99,8% de probabilidades de ser un virus derivado de laboratorio, y solo un 0,2% de ser una zoonosis natural. Así de claro y tajante figura en las conclusiones de su informe, titulado: “A Bayesian analysis concludes beyond a reasonable doubt that SARS-CoV-2 is not a natural zoonosis but instead is laboratory derived”. Un estudio estadístico de 193 páginas, pre-publicado el pasado 29 de enero en la plataforma Zenodo, repositorio abierto del CERN. Y un documento que tiene ya, mientras aguarda su revisión de pares, una media de 6.000 visualizaciones y descargas diarias, yendo camino de las cien mil consultas. La razón es evidente. Si sus hipótesis finalmente se demuestran, las conclusiones del Dr. Quay cambiarían el relato de la pandemia, el rol jugado en ella por la ciencia y la investigación biotécnica, y especialmente la regulación político-administrativa de todo el asunto. Algo crucial, sin duda, para poder prevenir adecuadamente una nueva catástrofe.