
En los siete capítulos del poemario Travesías urbanas, Jacqueline Murillo ha retratado la ciudad de Bogotá, articulando conmovida y poéticamente las imágenes de una sociedad de conflictos armados y decadencia moral, una realidad de muerte, pero también de amor, a través de las palabras de los testigos cuyas historias están llenas de vida, entre cuyos extremos se ubica la experiencia de los individuos que las residen. Entre las travesías urbanas de Colombia leemos y sentimos las influencias de Pushkin, Quevedo, los poetas de la Generación del 27, las tardes lluviosas de Bogotá… que forman parte de la experiencia de la poeta.