El texto que reproducimos abona la tesis de que los fabricantes de héroes nacionales han sido unos farsantes manipuladores de la historia, hábiles para encubrir miserias e indignidades de quienes, por conveniencia, debían ser elevados a la gloria de los altares patrios. Después de habernos ocupado de personajes que en vida fueron consagrados como héroes, aunque perdieron esta condición tras su fallecimiento –Hitler, Stalin-, y de otros que lograron perpetuarse en la condición heroica por obra de mixtificaciones increíbles –Simón Bolívar, Che Guevara, Mao Tse-Tung-, llega el turno a uno de los supuestos ‘héroes’ de la Revolución Mexicana. Que Dios lo tenga en su gloria… eso sí, lejos de las mujeres a las que martirizó.
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En el norte del país existe un gran número de relatos sobre abusos y violaciones de mujeres de todas las edades, cometidas por Francisco Villa y sus huestes. Es también muy común escuchar anécdotas de las familias que escondían a sus esposas, hijas y madres en hornos de pan, pozos, corrales e infinidad de ingeniosos escondites para ponerlas a salvo de Villa. Sin embargo, la tragedia sufrida por más de un centenar de mujeres a manos de los villistas en el poblado de Namiquipa es el caso más emblemático en Chihuahua.
La mañana del domingo 8 de abril de 1917, Villa arribó a Namiquipa buscando a los miembros de la Defensa Social, comandada por Francisco V. Antillón y Anastasio Tena. Aparentemente Villa les había ofrecido la amnistía para que se unieran a sus fuerzas, pero no aceptaron y se replegaron a la serranía. Ahora Villa quería ejecutarlos. Carmen Delgado, apodado “el Ruñi,” uno de los principales matones de Villa, lo provocó: “Mire, mi general, qué desprecio ha hecho mi pueblo”. Éste, enojado, ordenó: “No hay un hombre que nos reciba aquí; bueno, entonces junten a todas las mujeres de 16 años para arriba”. Carmen Delgado y Baudelio Uribe concentraron a más de un centenar de mujeres en el cuartel general, establecido en el barrio del Molino. Roberto Merino refiere que ocurrió “una cosa muy horrible […] las deshonró […] ¡a las señoritas de 16 años para arriba les echaban leva! ¡Y entonces se agarró con la que pudo y las demás se las entregó a los soldados!”
Villa plagió a 110 mujeres y las llevó a su campamento, donde él y sus hombres las violaron.
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Reidezel Mendoza Soriano, autor del texto que hemos recogido en esta entrada del blog, ha publicado recientemente Crímenes de Francisco Villa. Testimonios, Amazon, Independently Published, 2020
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