Pese a la pandemia del coronavirus, que ha motivado paralización de actividades, así como medidas de confinamiento, la selva brasileña ha registrado un grave retroceso a causa de la deforestación.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE), el área de deforestación en abril fue un 64% más alta que en el mismo mes del año pasado. En ese mes se destruyeron 405,6 kilómetros cuadrados de selva.
En lo que va del año, desde enero hasta abril, la Amazonía de Brasil perdió 1.202 kilómetros cuadrados, es decir 55% más que el 2019.
Esto sería causado por la operación de madereros y mineros ilegales lo que está comprometiendo la extensión de este espacio. Ante esta situación, el gobierno brasileño dispuso el envío de soldados a este territorio, y el presidente, Jair Bolsonaro, firmó un decreto que autoriza a emprender acciones preventivas y restrictivas contra la deforestación ilegal y los incendios forestales.