En una reciente entrevista, Chomsky afirma que la pandemia del coronavirus pudo evitarse, pues había señales de que la próxima pandemia vendría a través de un coronavirus en una versión modificada del SARS, pero pese a que las señales estaban allí nadie hizo nada significativo. Incluso después del brote en China hubo oportunidad de tener una reacción que hubiera evitado la propagación masiva del virus. Pero puesto que para las grandes farmacéuticas es más rentable hacer cremas cosméticas o desarrollar otro tipo de fármacos, no se concertó una investigación importante sobre este tema. Dicho de otra manera, enceguecidos por la ambición, el egoísmo o la apatía (al permitir gobiernos patológicamente incompetentes), nosotros mismos nos hemos puesto en esta situación. Chomsky recuerda, por ejemplo, el caso de la polio, que era una verdadera amenaza para el ser humano y que fue prácticamente eliminada porque el gobierno de Estados Unidos distribuyó las vacunas de Salk a toda la población sin que las cuestiones económicas de patentes fueran un problema. Pero hoy esto parece algo remoto, por causa de las tiranías privadas.
Pese a esta situación, o en realidad justo por su naturaleza crítica, existe algo que puede ser positivo.
Es un momento crítico en la historia, no sólo por el coronavirus, y nos debería hacer conscientes de las profundas falencias del mundo, las profundas características disfuncionales de todo el sistema socioeconómico, el cual tiene que cambiar si es que va a haber un futuro para nosotros. Así que esto puede ser una señal para que lidiemos con ello hoy y prevengamos que explote. Pero debemos pensar en sus raíces y cómo estas raíces nos llevarán a nuevas y más terribles crisis.
En otras palabras, es la oportunidad de reinventar el mundo, una oportunidad que se presenta ya como casi una última llamada y a la luz de la situación actual como una posibilidad remota. Esto porque, según Chomsky, incluso el resultado más inmediato de la situación actual, más que un espíritu de transformación socioeconómica basada en la conciencia de la interdependencia, la justicia y la igualdad, podría ser el siguiente: Estados que ejercen más control de sus ciudadanos, Estados policiales que sin embargo mantienen la lógica del mercado neoliberal, siguiendo modelos como el de Pinochet. De cualquiera manera, de acuerdo con Chomsky, la necesidad de replantarse lo que sucede está ahí y la posibilidad de cambiar el curso de la historia existe.