La larga sombra de la pandemia siempre ha acompañado a la literatura, a veces como metáfora moral de un tiempo o como una visión apocalíptica de lo que está por llegar. Lo hicieron Bocaccio, Albert Camus o Curzio Malaparte. Porque no hay nada que entretenga más al ser humano que fantasear con el fin de la especie o la llegada del fin del mundo: prueba de ello es el advenimiento de zombies cual plaga cinematográfica hace unos años.