El texto que reproducimos en su integridad mediante este enlace recoge la intervención de Silvia Rivera Cusicanqui en el Parlamento de las Mujeres celebrado en La Paz, Bolivia, el 12 de noviembre de 2019. El mismo enlace permite acceso al vídeo que recoge las palabras de Rivera Cusicanqui.
A continuación, algunos pasajes significativos de ese discurso que permite analizar un enfoque de los recientes acontecimientos muy original y poco conocido fuera de Bolivia.
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“Yo no creo en las dos hipótesis que se han manejado. El triunfalismo de que con la caída de Evo hemos recuperado la democracia me parece un exceso, un análisis que se está saliendo de foco. Mucho falta para recuperar la democracia, falta un trabajo de hormiga.
[…] Nos falta hacernos cargo de esas realidades en las que la democracia es todavía una meta muy lejana, porque todavía están manejadas por sindicatos capturados por la misoginia, por intereses de todo tipo que se acercan con intenciones peligrosas. También hay gente que ha puesto el cuerpo, que ha luchado, y que sin embargo a la hora de figurar en los espacios públicos se le ha privado de la palabra.
[…] Creo que este es un foro muy bueno, positivo, para empezar a discutir qué entendemos por democracia […] La segunda hipótesis equivocada, que me parece a mí sumamente peligrosa, es la del golpe de Estado, que simplemente quiere legitimar, enterito, con paquete y todo, envuelto en celofanes, a todo el gobierno de Evo Morales en sus momentos de degradación mayor. Toda esa degradación, legitimarla con la idea del golpe de Estado es criminal, y por lo tanto debe pensarse cómo es que ha empezado esa degradación.
[…] Estoy muy entristecida porque se ha ido el Evo, pero no se ha ido la esperanza de una Bolivia pluricultural, no se ha ido la esperanza de que la whipala nos represente en sus diferentes variantes, no se ha ido la esperanza de acabar con el racismo. Tenemos que seguir en la trinchera antirracista, y tenemos que seguir juntando fuerzas para poder articular una sensación de recuperar la democracia en el día a día. Tengo mucha pena de lo que ha ocurrido, no tengo ninguna sensación de triunfo.
[…] Es muy triste lo que ha pasado, compañeras, y el triunfalismo de que hemos recuperado la democracia desde el momento en que Evo ha subido a un avión me ha parecido una banalidad y de una pobreza impresionante, pero el derrotismo de que aquí hay un golpe de Estado y de que todo se ha perdido es falso. Es pensar que el MAS es lo único que tenemos como posibilidad de lo interétnico, de lo plural, de lo pluricultural. ¿Porque hay un ministro gay y unas señoras que lo defienden dizque desde el lesbianismo vamos a creer que hay una democracia intercultural y amplitud y antihomofobia? No, esos son los usos simbólicos.