Tras las numerosas denuncias presentadas contra la tramitación del concurso de méritos y oposición convocado por Yachay en noviembre de 2018, el Consejo de Educación Superior (CES) ha solicitado la práctica de una auditoría. En consecuencia, las autoridades académicas de la institución, por requerimiento de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT), han suspendido el acto de posesión de los docentes que habían sido seleccionados en ese proceso.
Asimismo, ha renunciado el rector de Yachay, sobre quien planea la amenaza de que salgan a la luz algunas actuaciones suyas no precisamente ajustadas a derecho, por lo que Joaquín L. Brito, canciller de la Universidad, ejerce de rector subrogante, en tanto se produce la toma de posesión de Sprios Agathos, designado rector por la Comisión Gestora.
La Asociación de Empleados y Trabajadores de la Universidad de Investigación de Tecnología Experimental Yachay ha dirigido un escrito al rector subrogante, que recoge las inquietudes y preocupaciones del personal administrativo ante la situación actual de la Universidad, cuya imagen “podría verse afectada, de comprobarse o de ser ciertos aquellos rumores y comentarios vertidos en redes sociales y que son de dominio público”. Y, para esclarecer ese panorama inquietante, dirigen a la máxima autoridad once inquietantes preguntas. Véase documento adjunto:
Esperamos que la respuesta a esos interrogantes no defraude las expectativas de quienes los han formulado: el arranque del proceso de auditoría decidido por el CES compromete gravemente a las autoridades de Yachay, que contraerían gravísimas responsabilidades si sus explicaciones resultaran no veraces.
Ciertamente, como advertimos en la primera referencia que hicimos a este delicado asunto en el blog, ha podido parecer hasta ahora que la connivencia de los responsables institucionales de Yachay Tech está por encima del derecho y de la ética aplicables al común de los mortales. Eso no obsta para que siga existiendo gente honradísima entre el profesorado y el personal administrativo, y tampoco impide que en algunos casos el proceso del concurso-oposición haya discurrido con apego a las reglas.
De nada sirve el argumento falaz de que estos enredos son patrimonio de la mayoría de las instituciones ecuatorianas de educación superior. En nada beneficia a la verdad proclamar la buena fe y la honorabilidad de los que delinquieron y se mofaron de las normativas vigentes, pretendiendo hacer trajes a la medida de sus caprichos y de sus amistades.
En Yachay habrá que deslindar responsabilidades y determinar, tras la resolución de las impugnaciones y denuncias que se han presentado, en qué casos ha habido prevaricación y abuso de poder. Quienes han violado el derecho deben pechar con las consecuencias de sus actos: y las evidencias, muchas de las cuales obran en manos de quien redacta estas líneas, son tan obvias que el CES dispondrá de argumentos contundentes para apartar de sus cargos a quienes, por acción u omisión, se hicieron cómplices de un atraco.
Como escribimos hace días (Yachay contra las cuerdas), “la repetición del proceso representaría por sí misma un triunfo de la justicia sobre la arbitrariedad. Pero, a nuestro entender, eso no basta. Deben ser removidos de sus cargos quienes desde dentro de Yachay se han hecho cómplices de la sistemática burla de la normativa reguladora de los nombramientos, por propia iniciativa e interés o por cobarde seguidismo plasmado en firmas de las que disponemos de oportunas constancias. Cualquier otra medida resultaría tibia e inútil para impedir que esta vergüenza vuelva a repetirse”.
Detenido el atraco de Yachay, hay que detener a los atracadores.
30 marzo, 2019 en 2:37 pm
El Dr Ludueña ha renunciado a funciones de rector para seguír en la universidad como profesor.
Espero se informe de la mejor manera para que sus artículos tengan la información completa.
De ante mano gracias por su opinión.
Michelle Chicaiza
Estudiante de noveno semestre de Química-Universidad Yachay Tech
30 marzo, 2019 en 3:04 pm
Por supuesto que tengo la información completa, aunque te agradezco el consejo. Lo que pasa es que esa persona ha delinquido y deberá atenerse a las consecuencias. Su posición actual es muy cómoda, pero temo que poco duradera, porque va a tener que afrontar las consecuencias de algunas actuaciones contrarias a derecho. Precisamente es un tema que se tratará en una próxima entrada del blog. Y te aseguro que no ha renunciado a ser rector por gusto, sino porque se ve acosado y se halla contra las cuerdas. Aprecio la nobleza de tu comentario, pero no puedes ser tan ingenua. Sigue pendiente del blog y verás que no andamos faltos precisamente de información.
30 marzo, 2019 en 6:38 pm
Estimado Manuel,
Gracias por la información, esperemos que se dé un nuevo llamado a concursos y la sanción a los malos elementos que aún están dentro de esa institución.
Al parecer trabajan excelentes profesionales en Yachay Tech, por lo menos sus publicaciones científicas los avalan, entonces, por qué hacer un concurso con velos de irregularidad, avalados por jueces parcializados, reglas propias (incluso en detrimento de la legislación ecuatoriana) y con cancha inclinada. Esos científicos, casi todos ellos extranjeros, pueden aportar mucho a la universidad ecuatoriana no solo a Yachay. Sin embargo, aquí deseo abrir un debate, no sería lógico que las líneas de investigación de la naciente universidad estén articuladas con los conocimientos que miles de becarios ecuatorianos retornados obtuvieron en el exterior. El Ecuador ha invertido miles de millones de dólares para formar científicos de alto nivel a través de becas pagadas por todos los ecuatorianos. Entonces, por qué Yachay no debería ser la universidad que albergue a estos nuevos científicos. Y no es cuestión de nacionalidad, si los profesores extranjeros que trabajan en Yachay son los mejores, pues tenemos suerte de que estén ahí, pero deberíamos pensar que la prioridad de la SENESCYT debe ser optimizar los recursos que nuestro país está invirtiendo en formar profesionales de tercero y cuarto nivel en el extranjero. Deberían quedarse en Yachay únicamente esos científicos moral y académicamente probos, para que sean ellos quienes orienten, en muchos de los casos, a ese nuevo caudal de profesionales ecuatorianos retornados.
No es posible que seamos cómplices y ver impávidos casos de ecuatorianos retornados enfrentando juicios de coactiva implantados por la misma Senescyt (a través del IFTH), y por otra parte ver que en Yachay trabajan profesores jubilados en sus países cobrando doble salario, y lo que es peor, vendiendo humo con seudo publicaciones , que como se ha dicho en este blog, jamás han conocido sobre Scopus o Web of Science.
Debemos estar más pendientes que nunca con el accionar del rector encargado, espero que el haber trabajado en instituciones venezolanas junto con muchos de los implicados en las irregularidades de los concursos en Yachay no afecte la objetividad del Dr. Joaquín L. Brito. Los que se beneficiaron y perjudicaron a Yachay deben irse a su casa, sin perjuicio del accionar de leyes.