Este segundo artículo de Patricio Pérez, director del diario El Norte, que se publica en Ibarra (Imbabura, Ecuador), vuelve a poner el dedo en una llaga sangrante como es este proyecto semifallido por falta de realismo, por haberse llevado a cabo al margen de la academia, y por una gestión económica lamentable.
Estamos seguros de que colegas docentes de Yachay querrán incorporar sus puntos de vista y enriquecer esta perspectiva de análisis, que interesa mucho a quienes seguimos de cerca los avances -y retrocesos- de la investigación en el querido Ecuador. No en vano el Servicio de Asesoría sobre Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades se gestó durante los últimos meses que su director, autor de estas líneas introductorias, pasó en Ecuador, descorazonado por entonces a causa de los obstáculos y enredos de gente menuda e insignificante, engañada con una pretendida autosuficiencia que inevitablemente conduce al empantanamiento y atasco de las instituciones donde los pequeños mequetrefes se regodean con su pretendida auctoritas.
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Quién hubiera pensado que uno de los grandes proyectos calificados de “emblemáticos” en el anterior gobierno de la “Revolución Ciudadana”, en el que se invirtieron millonarios recursos económicos, ahora, y luego de transitar entre las presuntas corruptelas, malos diseños, falta de control y seguimiento, esté en terapia intensiva y viviendo con poco oxígeno, según lo que la población y las autoridades han podido evidenciar en los últimos tiempos.
La empresa pública Yachay EP fue creada mediante Decreto Ejecutivo Nro. 1457 el 13 de marzo de 2013 con un dictamen de prioridad emitido por SENPLADES el 12 de septiembre de 2012 y actualización de su vigencia el 12 de diciembre de 2014.
El proyecto fue ejecutado por la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación -SENESCYT- hasta el mes de marzo de 2013 y en el mes de abril de ese mismo año pasó a ser ejecutado por la empresa pública Yachay EP.
La Ciudad del Conocimiento Yachay, ubicada en el cantón San Miguel de Urcuquí, provincia de Imbabura, tiene una área aproximada de 4 462 hectáreas.
Se la consideró como la Ciudad Planificada “donde se desarrolla la investigación y los aplicativos tecnológicos necesarios para alcanzar el buen vivir, en un ecosistema de innovación que genere y potencie emprendimientos”.
El núcleo de la nueva ciudad se concebía como la sinergia entre la academia, sector público y privado, en el cual la articulación de la Universidad Yachay Tech, los institutos de investigación, los centros de transferencia tecnológica, empresas innovadoras y diversas instituciones -públicas y privadas- aportarán a la generación de investigación experimental o aplicada, mediante la innovación y el conocimiento. En Yachay se vinculan las necesidades de innovación, el desarrollo de negocios e investigación, orientadas al cambio de la matriz productiva, pero… otra es la realidad.