Debo confesar, al arrancar estas reflexiones, que están dictadas por la indignación, por lo que ruego a mis lectores que perdonen el apasionamiento, y que no pretendan encontrar en estos párrafos sesudas cavilaciones científicas sobre el proceso de acogida en el Ecuador de los ciudadanos venezolanos que, huyendo de la calamidad les azota, tratan de ganarse la vida en este país que no hace mucho tiempo estuvo unido a Venezuela en el marco de la Gran Colombia.
Se ha puesto de moda atribuir todo género de delitos contra la propiedad a los venezolanos recién llegados al Ecuador, que son percibidos como personas camorristas, violentas, amantes de lo ajeno y enemigas del orden.
Y no deja de tener gracia ese sentimiento cuando hace dos décadas millares de ecuatorianos cruzaron el charco en busca de oportunidades en países como España o Italia, y experimentaron en sus carnes el dolor de la separación de sus seres queridos, la explotación laboral, la indiferencia -cuando no la hostilidad- de gente ignorante que veía en ellos a enemigos potenciales que venían a privarles de sus puestos de trabajo.
Pasan los años y todo se olvida. Ahora muchos ecuatorianos se han apuntado a la xenofobia que maldijeron cuando ellos eran víctimas de este sentimiento miserable. Los cubanos dejaron de ser bien vistos desde que Correa puso tierra de por medio; los españoles suscitan siempre recelos, ante el temor de que intenten una reconquista; los colombianos introducen drogas y se dedican a la trata de blancas. Y, por si fuera poco, ahora vienen los venezolanos a corromper nuestras costumbres.
Pero lo que se calla es que muchos de esos advenedizos que vienen a turbar nuestra paz son engañados con contratos que explotan su condición de ‘ilegales’, ofreciendo salarios de hambre que muchas veces dejan de abonarse, con el vil argumento tantas veces repetido: “si no le gusta, puede irse; total, por ilegal no tiene chance de reclamar ante las autoridades”. Se silencia también la vileza de quienes fingen acoger a jóvenes venezolanas para trabajos que son simple tapadera para la explotación sexual que quiere ejercerse sobre personas indefensas.
En las conversaciones de quienes se escandalizan por esta invasión no se repara nunca en que un elevado porcentaje de esa gente que nos llega desde Venezuela poseen estudios de tercer y cuarto niveles: si se les dieran oportunidades, su llegada sería una bendición para el país. Pero ya se sabe: vienen a coger lo nuestro, que no les pertenece, aunque estemos peor preparados o nos venza la pereza cuando de trabajar en firme se trata.
¿Y qué decir de las ridículas e indignantes trabas burocráticas? ¿Sabían ustedes que para que un ambulante pueda establecerse en El Ejido (Quito) necesita un permiso del Municipio que tarda en expedirse 45 días? ¿Puede sentarse a esperar esa resolución quien llega al país con lo puesto y con muy pocos cientos de dólares en el bolsillo, obtenidos a partir de heroicos sacrificios de familias enteras?
Declaremos la guerra a los miserables que roban el salario de quienes lo necesitan para sobrevivir; denunciemos a los holgazanes arrogantes funcionarios que se regodean en su condición de ‘poderosos’, porque se hallan del otro lado de una ventanilla que decide sobre la vida de personas cuyo único delito que las convierte en sospechosas es su nacionalidad; difundamos los escándalos de los contratos que no se cumplen; honremos a nuestro país acogiendo a hermanos nuestros que nos necesitan.
Demos la bienvenida a iniciativas como la Asociación de Venezolanos en el Ecuador, y esforcémonos por plantar cara a la xenofobia disfrazada de sensatez.
8 julio, 2018 en 5:34 am
Gracias Manuel……
8 julio, 2018 en 6:16 pm
Excelente texto!!!
9 julio, 2018 en 5:00 pm
Gracias Manuel por el envío de la Revista. Es interesante tu artículo sobre los inmigrantes venezolanos que han llegado al Ecuador, solo que una cosa es hacer una generalización de los procesos migratorios y otra muy distinta es hablar de cada proceso migratorio que no es igual. Por ejemplo, la migración de medio millón de colombianos que huían de un régimen, que los estaba matando no solo de hambre, sino que al robarles las tierras y expulsarlos de su región por las fuerzas «paramilitares», los dejaban en la más absoluta insolvencia, y sin posibilidades de sobrevivir, a fines del S.XX. Y otra cosa muy distinta, es hablar de la migración de jóvenes venezolanos que tenemos desde hace unos años, que es totalmente diferente. Vienen jóvenes muy bien vestidos que han pagado sus servicios de transporte y que no están saliendo porque se están muriendo de hambre en Venezuela, pues no les interesa quedarse en Colombia, les interesa llegar al Ecuador porque aqui estamos dolarizados y su destino final anhelado es viajar a los EEUU, el sueño dorado de su vida. A esos inmigrantes los hemos visto: son blanquitos, guapos, (al punto que alguna de esas inmigrantes dijo que en el Ecuador todos éramos muy feos porque éramos indios) Todos vienen muy bien vestidos, no se estaban muriendo de hambre. Vienen como parte de una ofensiva contra el Ecuador correísta, que todavía existe, vienen pagados por los mismos grupos de poder de Venezuela, que organizaban todos los actos vandálicos contra el gobierno de Chávez y Maduro y vienen a servirle a los grupos de poder de la derecha Ecuatoriana.
Estos inmigrantes empezaron a llegar desde los últimos años del gobierno de Correa, y venían con tareas específicas. Y los hemos visto organizados y bien pagados para apoyar a la derecha ecuatoriana más «ultra». Fueron venezolanos los que empezaron a detener los carros de basura del Municipio y a tirarlos en nuestra ciudad capital, Quito. Esto se produjo en la época de las elecciones. Eran ellos los que apoyaban de manera vandálica a los grupos de la derecha. Han destruido parques y lugares públicos y los han llenado de basura, porque fueron pagados para eso. Los vemos ahora regados por todas partes con buenos uniformes, buena ropa, buenos calentadores, trabajando para ciertas empresas, que además de lucrar con ellos, les encargan el trabajo sucio político, que requiere la derecha en estos momentos, en que el anterior gobernante del Ecuador, Rafael Correa Delgado, ha sido traicionado por su «compañero de fórmula», quien antes de ganar las elecciones lo calificaba de «luchador ejemplar, por las mejores causas del pueblo ecuatoriano» y le agradecía por haberlo escogido como su compañero, y ahora lo insulta y lo quiere enjuiciar inventando un delito que nunca ocurrió, porque sus nuevos amigos de la derecha lo están utilizando para sus fines electorales.
Así, es muy fácil hablar de inmigración y de inmigrantes, cuando no defines el ámbito político en el que se están desenvolviendo esos personajes. La inmigración de venezolanos es absolutamente clara y definible, obedece a una política de quienes están intentando destruir la Revolución Bolivariana en Venezuela, muy bien pagados por esas élites venezolanas que quienes hemos viajado a Venezuela las identificamos muy bien, porque son la clase más rica de Venezuela, la que ha detentado el poder durante muchos años atrás, la que vivía con los gustos y los derroches de la clase alta estadounidense, puesto que en Venezuela, país de tierras maravillosas no se criaban ni vacas, ni otros animales para alimentarse, no producían leche, ni carne, sino que importaban todo desde EEUU, y las élites comían y bebían y vivían a cuerpo de rey, mientras los barrios populares se hundían en una pobreza espantosa.
Los campos fueron abandonados y la gente campesina, en vez de trabajar la tierra y criar animales como hacía el resto de A.L. se iban a Caracas, la capital rica y resplandeciente de los dueños del petróleo. Hemos conocido en épocas anteriores a la Revolución Bolivariana, los tugurios espantosos en las colinas de Caracas, y hemos conocido los avances de las clases populares, a partir de la Revolución encabezada por Chávez y continuada por Maduro.
Otro ejemplo importante de las migraciones al Ecuador lo constituye la inmigración cubana, que llegó al Ecuador, porque renegaban del régimen socialista de Cuba y, que lo único que querían era conseguir los dólares necesarios para viajar a MIAMI, donde eran recibidos como héroes, por amigos y familiares ya establecidos. Y se presentaron casos en los cuales estos inmigrantes enamoraban a jóvenes mujeres del Ecuador con una buena situación económica, para estafarlas y poder viajar a EEUU, conocimos estas denuncias en las organizaciones de mujeres en las que militamos. Otros inmigrantes cubanos se quedaron aquí (los menos) y han desarrollado una vida normal y merecen todo nuestro respeto.
El Ecuador tuvo una espantosa ola migratoria hace pocos años, causada por la debacle económica impuesta durante los gobiernos neoliberales, que iniciaron con Hurtado y que tuvo su punto más alto durante el gobierno de Jamil Mahuad, en el que se produjo una quiebra fraudulenta de nuestra economía, en la que nuestra moneda El Sucre desapareció y pasó a ser el Dolar nuestra moneda, con la quiebra espantosa de nuestra economía, mientras se impuso el «feriado bancario», durante el cual el gobierno se robó nuestros ahorros. Y como consecuencia se produjo una fuga nunca antes vista en el Ecuador, de millares de personas que se fueron a otros países, especialmente a España, para conseguir trabajo y ayudar a sobrevivir a sus familias que se quedaron sin medios de supervivencia en el quebrado Ecuador. Mahuad fue derrocado por el pueblo ecuatoriano, pero la burguesía ecuatoriana no cambió su plan económico y continuamos con el dólar y los de a pie, tuvimos que asumir la pérdida de nuestros ahorros en los bancos que «supuestamente» quebraron. Mientras tanto, millares de personas tuvieron que trabajar en las peores condiciones en España y Europa para garantizar la subsistencia de sus familiares que se quedaron en Ecuador, sobre todo niñ@s y adolescentes.
Es este el marco político del problema migratorio en Ecuador. Y otra muy distinta situación son los flujos migratorios organizados por mafias internacionales que trabajan con las burguesías nacionales para desestabilizar, no solo su propio país de origen sino para desestabilizar procesos importantes de avances de la organización política en otros países. Es contra estos avances politicos que se forman y organizan estas cadenas internacionales de migración e inmigración, para destruir los procesos de lucha y avance de los pueblos de NUESTRA AMÉRICA!!! Por tanto, no todos los migrantes ni las migraciones son de igual signo.
Mgr.Jenny Londoño López
9 julio, 2018 en 7:53 pm
Gracias por tu comentario, tan sugerente. Pero deberías informarte mejor: tengo muchas evidencias de que no son sólo jóvenes ‘blanquitos’ los que emigran. ¡En absoluto! Es gente medio muerta de hambre que busca encontrar solución a un panorama que nada promete. Y, por supuesto, nada de mafias internacionales. Cuando quieras te lo demuestro, porque conozco a mucha gente, y estoy organizando un encuentro de venezolanos en Ibarra que nos permitirá desmontar esa imagen simplificada y falsa. Contamos contigo, si quieres asistir. No podemos politizar un problema que es, en primer lugar, algo intrínsecamente relacionado con los derechos humanos. El que huye de un país se va porque éste no funciona: sea Colombia, Venezuela o Ecuador: y eso por no hablarte de los países africanos. Si pretendemos afrontar los problemas reales con estereotipos ideológicos, no vamos a ninguna parte.
19 julio, 2018 en 3:44 am
Yo soy blanquita, me vine por mis propios medios, y si salí huyendo. A diferencia de lo que dice la Mgr. Londoño, quiero hacer vida aquí, una vida normal, digna. Tengo un PhD en Educación, y mi intención es quedarme si puedo conseguir un trabajo. Aportar a esta sociedad que me ha recibido tan bien. Gracias Manuel por tomarte el tiempo de darnos una mano a través de tus escritos. Un caluroso abrazo.
19 julio, 2018 en 12:40 pm
Gracias por esas palabras que lo dicen todo. Si vives en Ibarra, avisa y organizaremos un encuentro entre amigos venezolanos, ecuatorianos, cubanos y españoles.
10 julio, 2018 en 4:20 am
Estimada. Que triste leer una respuesta tan política y de poca investigación.
El blanquito o bien vestido viene huyendo.
Estas hablando de un comentario manipulado por un Youtuber que sólo pone en mal la honorabilidad no solo de la venezolana sino también la ecuatoriana.
Te refieres a que toda a las protestas fueron venezolanos pagados… que poco conocimiento tienes de la realidad en Venezuela. No duraría una hora en Caracas al ver la miseria y ataque a los derechos fundamentales de cualquier ser humano por parte de la dictadura socialista.
Te recomiendo con mucha humildad y como se lee en tu firma te sientes a indagar con cualquier vendedor ambulante venezolano. No sólo a uno, varios y recibas información cordial de lo que sucede, si piensas en una ideología tendrás pena al leer en sus rostros y su historia porque salen de vzla.
Eres bienvenida a dialogar y crear una nueva visión de una realidad creada por el comunismo cubano y sus fanáticos en un país tan próspero llamado Venezuela.
No voy a cambiar tu opinión hacia la derecha. Tampoco me interesan ellos, el trabajo que se realiza es para seres humanos no tu tilda política.
Creo en ti como profesional y sé que al recolectar esa información tendrás una mejor percepción de una realidad que apoyó Correa silenciado y mintiendo de lo que sucede allá.
Te dejo está reflexión propia y humanista no para que expliques más de lo que no conoces, sólo para que sientas el dolor de muchos hogares que hoy no tienen comida, medicinas y seguridad en regresar a su casa sin ser asesinados por no tener un celular o dinero que dar cuando un colectivo de la dictadura de fija en ti…
Gracias por explicar lo del hermano pueblo colpnbiano, lo mismo sucede en vzla pero la diferencia es que la dictadura apoya sus acciones de exterminio.
10 julio, 2018 en 8:09 pm
Excelente comentario
10 julio, 2018 en 8:08 pm
Con la vara que midas serás medida dicen las sagradas escrituras, y ademas es muy conocido que quien juzga maliciosamente a una o más personas es alguien de cuidado pues quien te asegura no hable de todas las personas, Lenin no será el presidente que esperábamos para Ecuador pero se ha desempeñado valientemente confrontando a una mafia manipulada por una sociedad secreta con órdenes internacionales de la que uno de sus integrantes hace poco manifestó que él fue quien dio la orden de asesinar al presidente Roldos, y además como ya era de mi conocimiento dio a conocer la forma como se manejaba el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, etc entregando cantidades exhorbitantes de dinero a los gobiernos no solo para sus miembros sino para muchos “pelucones” que sostenían y lucraban del gobierno Correista como es bien conocido el caso de la Sra Isabel Noboa y la familia Eljuri; defender a Correa es defender una mafia internacional poderosa, solo acérquese al edificio de COGEP y siéntese unos minutos frente a una pantalla para que pueda observar la cantidad de personas desaparecidas en el gobierno del gobierno al cual defiende, pero en fin muy sabio aquel dicho “no hay más ciego que quien no quiere ver” conforme leo, así como muy coherentes comentarios y escritos, así mismo me doy cuenta que en el mundo muy poca gente vivimos la realidad bien fundamentada, según estadísticas el 10% de la humanidad.
9 julio, 2018 en 5:38 pm
Nuestra verdadera nacionalidad es la humanidad, decía un filosofo. No obstante los humanos somos vela de viento ante las circunstancias. Olvidamos con premura la historia y deslizamos nuestra necedad con facilidad. La tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la tierra, las fronteras son tan solo inventos del nefasto poder.