El domingo pasado, 16 de julio, fuimos a votar por el sí en el centro electoral de la calle 125B, al norte de Bogotá. La multitud que se congregó allí, al igual que la que votó en la Plaza de Bolívar, dejó ver cuán grande es la comunidad venezolana opositora residente en Colombia.
Aunque la consulta no pudo realizarse en Medellín y Barranquilla (populosas ciudades donde es también muy notoria la presencia de emigrantes venezolanos), y se redujo a la capital colombiana y a Chía, un municipio de la Sabana de Bogotá, la participación habló inequívocamente del enorme predicamento del que goza hoy la MUD entre el electorado venezolano, dentro y fuera del país.
Según cifras del Movimiento Libertador, la agrupación opositora que, exitosamente y en poco más de 15 días, organizó aquí el referéndum, alrededor de 30.000 venezolanos expresaron su rechazo a la fraudulenta elección de una Asamblea Constituyente convocada por Maduro para el 30 de julio. En las pasadas presidenciales venezolanas tan solo 3.000 ciudadanos venezolanos votaron en Bogotá.
Todos los que votaron esta vez lo hicieron atendiendo exclusivamente a llamados difundidos por las redes sociales. Así ocurrió también en toda Venezuela y en más de cien lugares del mundo donde viven venezolanos que optaron por emigrar.