En algunas situaciones, lo más imprudente es ser prudente. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, tiene claro que el arco de bóveda de las conversaciones de su Gobierno con la guerrilla de las FARC en Cuba es encontrar la paz dentro de un marco de justicia.
Santos camina decidido hacia un nuevo modelo de pacto. Colombia siempre ha sido un país con una extraordinaria personalidad en América Latina. Es rico, pero está construido sobre la exclusión social, con una separación dramática entre los señores feudales de la tierra y una capital, Bogotá, con un sistema fiscal casi europeo. Y el único, al menos en la región, que lleva cinco décadas de guerra civil ininterrumpida.